En esta entrada me gustaría compartir mis primeras sorpresas cuando llegué
a Viena a la hora de encontrar piso...
El problema realmente no es que no haya pisos en alquiler, o habitaciones
en WG´s, que es como se les llama
aquí a los pisos compartidos, que «haberlos haylos». El problema es que normalmente
los pisos disponibles no te vienen bien para ir al trabajo, o la habitación es
una habitación de paso (todos los compañeros/as de piso tienen que atravesar tu
habitación para llegar a otras zonas compartidas como la cocina o el baño), o
el alquiler está extremadamente caro, o la casa no tiene salón, o las habitaciones
están sin amueblar y tienes que buscarte la vida, o envías 100000 emails a
pisos que encuentras en internet y te contestan de dos de ellos.
A mucha gente a la que sí contestan a dos de los 10000000 emails, le hacen
como una especie de casting en el que te sientas con tus competidores
luchando por la habitación prometida (que posiblemente sea un gran mojón
pero ya estás tan desesperado que vas dispuesto hasta a hacerles la pelota y
llevarles un gin-tonic a los
encuestadores si hace falta). En este momento del concurso, los intereses
comunes con los encuestadores juegan un papel fundamental. Si el tema es la
ópera, te las das de entendido; si el tema es el alemán, sacas todas tus armas
y todos tus conectores y frases coloquiales que conoces y al toro. Normalmente
entre extranjeros puedes defenderte bien, pero si tus competidores también son
austríacos o si ellos verdaderamente sí tienen esas cosas en común, date por «jodido»
claro.
En mi caso personal, de los
dos emails a los que me habían contestado, uno me envió un mensaje para
cancelar nuestra cita para ver el piso el mismo día por la mañana porque ya lo
había alquilado, y al otro le llamé para confirmar yo nuestra cita y él sí me
confirmó, pero la cancelación de la misma porque ya no estaba disponible.
Otra cosa característica
de los alquileres en Viena es que la fianza no es un mes como
normalmente suele ser en España o al menos en Madrid por lo que yo tengo
entendido. La fianza o Kaution
normalmente aquí no baja de los 700 euros y la cifra más común ronda los 1000 €.
Pero lo que me parece
sin duda lo peor de buscar piso, es que la mayoría están sin amueblar o si
están amueblados, la persona que deja la que será tu futura habitación (eso
teniendo en cuenta que sepas preparar bien los gin-tonics y que sepas cantar «La flauta Mágica») ha pagado los
muebles que ahora serán para ti y te pide un dinero por ellos que aquí
llaman Ablöse.
También existe en Viena
la posibilidad de buscar una residencia de estudiantes. El precio
normalmente suele ser más elevado que el alquiler, pero eso es lo de menos. Lo
que importa es que haya plaza, y creo que hay gente que debe reservar la plaza
cuando tiene 7 años, para que se la vayan guardando para sus años de universidad.
Y cuando te dan una de esas plazas porque ocurre un milagro, alguien se va a
vivir con sus competidores de la entrevista del principio en el piso o quién
sabe qué misterios de la vida, puede que no sea lo que esperabas. Si la
habitación es para ti solo, por lo general no puedes tener queja: un baño
(pequeñito, sí) para ti solo, nevera, mini-vitrocerámica, microondas-grill,
armarios, estanterías, cama, escritorio, sillas, vaya, un lujo para muchos.
Pero si por el contrario tienes la mala suerte de compartir la habitación con
algún estudiante que duerme y vive con un bañador de flores, escucha música
justo cuando tú te pones a estudiar, echa la comida por el fregadero y en las
noches lluviosas se trae a su novia sin pudor ni respeto alguno para pasar una
noche de pasión entre tuppers y bolsas de basura amontonadas, igual se te
quitaban las ganas de haber recibido esa plaza. Otra de las desventajas de las
residencias es que tienen alarmas de incendios (eso es una ventaja) que a veces
suenan a altas horas de la noche (y eso no es tan ventajoso).
Otra dificultad más que
se añade a la búsqueda, es que en la mayoría de los pisos lógicamente quieren escoger
a un candidato que se quede el mayor periodo de tiempo posible para no tener
que volver a hacer entrevistas de compañeros de piso demasiado pronto.
Pues una vez encontrado
el piso, SÍ, tranquilos que es
difícil pero lo último que se pierde es la esperanza, llega el momento de ir
afrontando las dificultades.
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